Esta es una pintura a la cual tengo especial afecto. Fue una de las primeras de mi nueva serie en gran formato después del gran parón(pintar gran formato al óleo) causado por la llegada al mundo de mi bebé en 1996 .Empezó siendo un cielo con globos y de a poco se tornó en toda una alegoría a la maternidad.
Me gusta lo volátil de la imagen que a modo de fábula deja libre al ojo y a la imaginación para navegar por la superficie. Sin una idea preconcebida, como la mayoría de mis obras, soluciono el problema del espacio de manera sencilla, mediante planos y líneas.Los celestes liberan y el rojo atrapa.
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